La cirugía de rodilla: qué es, importancia y sus diferentes tipos

Una cirugía de rodilla es un procedimiento médico que se realiza para tratar patologías en esa articulación. Esta intervención puede llegar a ser crucial para restablecer la movilidad y calidad de vida de un paciente, por lo que debe realizarse con personal profesional altamente cualificado y en centros especializados en el área de traumatología.

La rodilla es una articulación fundamental para la vida cotidiana de todas las personas, pues es la que más utilizamos al caminar, correr o saltar. Es por eso que es una de las más propensas a sufrir lesiones o enfermedades degenerativas.

Este tipo de enfermedades o lesiones pueden causar un dolor intenso o generar deformidades en la rodilla. Una cirugía de rodilla es lo más recomendable para tratar estos casos, sobre todo si el paciente no ha experimentado mejoras después de someterse a otros tratamientos como medicamentos antiinflamatorios, inyecciones o terapia física.

La cirugía de rodilla puede sanar por completo muchas patologías de esta articulación. Además, si se realiza una buena intervención es posible una recuperación rápida y el paciente podrá volver a caminar el mismo día de la operación, siempre y cuando no realice mucha actividad física.

Tipos de cirugías de rodilla

Esta cirugía abarca una amplia gama de procedimientos diseñados específicamente para tratar diferentes problemas en la rodilla.

Uno de los más comunes es la artroscopia, procedimiento que se utiliza para observar, diagnosticar y tratar problemas en el interior de la rodilla. Generalmente se realiza para tratar desgarros de meniscos, lesiones de ligamentos o fragmentos de cartílago sueltos y permite hacer una reparación con una mínima incisión.

Hay situaciones en las que el daño de la rodilla se concentra en un área específica y se debe realizar una osteotomía. Esta intervención consiste en realizar cortes en un hueso, lo que permite alinear la articulación en caso de que se encontrase torcida o redistribuir el peso de una forma más uniforme.

Otra intervención bastante común es la del reemplazo de la rodilla, en el que se retira la articulación dañada y se coloca una prótesis artificial hecha de metal o plástico. Este tipo de cirugía se realiza cuando el daño de la rodilla es muy grave (principalmente causado por la artritis) y provoca dolor, dificultad para moverse y debilidad.

La prótesis artificial utilizada en este tipo de intervenciones mejora en gran medida la movilidad del paciente. Además, en muchos casos solo algunas partes de la rodilla sufrieron daños, por lo que se puede optar por un reemplazo parcial que permite conservar los tejidos sanos y otorga una recuperación mucho más rápida.

Avances tecnológicos en las cirugías de rodilla

Al igual que cualquier otro procedimiento médico, la cirugía de rodilla ha experimentado cambios y se ha beneficiado de avances tecnológicos a lo largo de la historia. Uno de los avances que ha sido más influyente es el procedimiento de la artroscopia.

La forma en que esta intervención es realizada con incisiones bastante reducidas es mediante el uso de pequeñas cámaras y herramientas que permiten observar el interior de la articulación sin necesidad de abrir la rodilla por completo. Esto no solo permite una mayor precisión y menor riesgo de complicaciones, sino que además se traduce en un tiempo de recuperación más corto para el paciente.

Otro aspecto en el que las intervenciones a la rodilla han mejorado es en las prótesis, pues con el paso del tiempo se han ido fabricando reemplazos de esta articulación cada vez más duraderos y resistentes que restauran de una manera más eficiente la movilidad.

Un avance tecnológico bastante más moderno es la cirugía asistida por robots. Los sistemas mecanizados le permiten al médico realizar incisiones y movimientos con mucha más precisión, lo cual viene siendo fundamental en un procedimiento de reemplazo de rodilla. Gracias a esto es posible alinear y ajustar los componentes que se van a implantar, aprovechando al máximo la prótesis y mejorando su funcionalidad y durabilidad.

Al día de hoy este campo se encuentra en constante evolución y lo más probable es que se produzcan avances mucho más innovadores en un futuro no tan lejano.