El síndrome del brownout: cuando tu trabajo ya no te motiva

En España, un gran número de trabajadores afirman estar desmotivados en el trabajo o no sentir ningún tipo de compromiso con el mismo. Aunque todo el mundo habrá oído hablar del “burn out”, causado por una sobrecarga profesional, o incluso del “bore out”, creado en el sentido contrario por una falta de motivación y actividades, ahora también destaca el “brownout”, o sin sentido, que genera un gran sufrimiento.

Especialista en patologías de origen laboral, el Dr. François Baumann nos explica las características de este síndrome y nos ofrece algunas ideas para conseguir superarlo.

¿Qué encontrarás en este artículo?

¿Qué es el brownout?

La expresión brownout, cuya traducción literal es «pérdida de tensión», nació en Estados Unidos hace unos 8 o 9 años. En ese momento, los especialistas del mundo laboral analizaban los fenómenos de los bullshit jobs o trabajos sin sentido. Rozando incluso lo absurdo, como en una novela kafkiana, estas tareas pueden generar problemas graves en los trabajadores, que van desde la depresión a las intenciones suicidas.

Cuanto más central sea el lugar que ocupa la esfera profesional en la vida del individuo, más desestabilizador será el replanteamiento del sentido del empleo. Una realidad que el Dr. François Baumann cada vez observa más en su consultorio. «Realizar a diario un trabajo en el que ya no creemos resulta intelectualmente agotador. Genera un verdadero desgaste. Considero que las palabras de Camus reflejan muy bien este estado cuando se habla de un “cansancio teñido de lasitud”», añade.

Las causas del brownout

Falta de reconocimiento por parte de los superiores, conflicto ético con las prácticas de empresa, promesa de una promoción que nunca llega, incomprensión de su papel en la sociedad... Las raíces del problema son múltiples. «Pero incluso así se encuentran de parte del individuo, puesto que cada uno posee su propia sensibilidad, la de la sociedad, con el fenómeno de aceleración del tiempo, pero también con la falta de benevolencia en la empresa», analiza el médico.

Las personas que evolucionan en los oficios que son de vocación son incluso más susceptivas de padecer un brownout ya que sus expectativas pueden verse frustradas por la realidad del ejercicio de su oficio. Éste fue el caso de Mélanie, 34 años, enfermera desde hace más de diez años.

La desilusión empezó en sus primeras fases: una jerarquía poco dada a la escucha, una falta de reconocimiento, ritmos infernales, el no respeto por las leyes bioéticas... «Cuando querías hacer bien las cosas, estaba mal visto. Si hiciera horas extras, mi superior me diría que las hago porque quiero y que dedico demasiado tiempo a algunos pacientes. Durante las reuniones dedicadas en principio a los pacientes, la mitad del tiempo lo dedicábamos a las posibles opciones para rentabilizar el hospital. Con mucha frecuencia me planteé cambiar de trabajo», explica la joven.  

Los síntomas del brownout

Al igual que con el burn out, el brownout se instala de forma insidiosa hasta la ruptura. El Dr. Baumann nos explica que el cuadro clínico no sigue una cronología concreta. Los síntomas van desde el agotamiento físico hasta la incapacidad para levantarse un día.

De este modo, se producen crisis de lágrimas que parecen surgir sin motivo, un profundo sentimiento de decepción, insomnio, dolores psicosomáticos (dolor de estómago o de cabeza...). «Los pacientes no necesariamente establecen un vínculo inmediato con su trabajo.

Desafortunadamente, si se deja que las cosas empeoren, puedes acabar en depresión, con pensamientos suicidas, o incluso intentar suicidarte», explica la especialista.

Por su parte, Mélanie tuvo la sensación de rozar el punto de ruptura. Unas veces padecía insomnio, otras no tenía energía ni después de una noche de 8 horas de sueño, y la enfermera también observó un aumento de peso y conductas adictivas. «Me di cuenta de que consumía más alcohol del habitual. Cuando llegaba del trabajo, necesitaba desconectar», recuerda.

¿Cómo recuperar la motivación en el trabajo?

En el caso de Mélanie, diversos elementos le han permitido conservar y continuar ejerciendo su profesión. En primer lugar, observar que determinados centros comparten la misma filosofía que ella. Después, poder cambiar fácilmente de servicio o centro. Mélanie también consiguió expresar sus angustias y preguntas con la ayuda de un psicoterapeuta. «Hoy en día, tengo mi consultorio como enfermera liberada.

Y aunque sigo sometida a determinadas limitaciones, creo que puedo hacer las cosas más a mi manera. Y también he cambiado mi estilo de vida: vivo en el campo, salgo mucho a caminar con mi perro, duermo más y, sobre todo, hago yoga, lo que para mí ha sido una verdadera revelación», explica.

Por su lado, el Dr. Baumann nos indica el camino a seguir.

  • La primera etapa consiste en visitarse con el médico que te trata para pedirle la baja laboral. «El brownout requiere diversos meses de baja. Alejarse del trabajo ya comporta una mejora. El médico podrá recetar antidepresivos o neurolépticos, aunque sólo son una ayuda», afirma.
  • La segunda etapa se centra en el médico del trabajo, que deberá ponerse en contacto con el departamento de Recursos Humanos de la empresa, con el objetivo de encontrar un puesto de trabajo más próspero, y disponer un retorno más suave. «Este retorno sólo será posible cuando el empleado pueda hablar de su trabajo con cierta distancia, sin derrumbarse», aconseja. En realidad, hablar con un profesional resulta esencial para tirar para adelante.

Por su lado, el Dr. Baumann utiliza tanto la psicoterapia como las terapias cognitivas y conductuales. «Resulta esencial no estar solo con esta angustia. Muy a menudo, el entorno no comprende este sufrimiento. Intento ayudar a los individuos a encontrar los elementos positivos en su trabajo para darles más importancia», continúa el médico. A veces, cuando son los valores del individuo los que se ven afectados y sólo pueden revisarse a la baja, puede que la única solución sea la dimisión. Esto sucede especialmente en caso de conflictos éticos.

Por último, como lo mejor es prevenir, el Dr. Baumann invita a todo el mundo a trabajar sus vínculos sociales para no estar sólo pero también para que el trabajo no adquiera un papel demasiado central y se tengan otros puntos de referencia. Actividades físicas, manualidades... «Considero básico que cada uno desarrolle sus capacidades fuera del trabajo; eso permite amortiguar mejor los choques producidos por la sociedad», concluye.

Oscar Rodriguez

Oscar Rodríguez, fundador de Portal de Actualidad,  se dedica a informar y analizar las últimas noticias de interés general, siempre manteniendo un enfoque imparcial y objetivo. Su carrera profesional le ha llevado a colaborar con importantes medios nacionales e internacionales, cubriendo noticias de actualidad, política, economía, deportes, ciencia y tecnología, entre otros temas.

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