Trabalenguas infantiles que nunca olvidarás

Los trabalenguas posiblemente sean uno de los mejores géneros literarios para que los niños aprendan la literatura, la lectura, la dicción, a través de un formato muy divertido. En ese mismo renglón se podrían incluir los cuentos cortos y las fábulas tal vez, pero seguramente ninguno tendrá el encanto y el componente lúdico de los trabalenguas.

En ese sentido, hay unos trabalenguas infantiles omnipresentes en la vida diaria. Y no porque se utilicen a diario o se digan siempre que surja la ocasión, sino porque se incluyen en los libros de escuela, se utilizaron como recurso educativo en la infancia, y a estas alturas para muchas personas se hace difícil olvidarlos.

Aquí, algunos de los más conocidos.

Trabalenguas infantiles conocidos

• Pepe Pecas: la letra P es una de las letras más fáciles de aprender. De hecho, es la razón de que los niños puedan decir papá antes de decir mamá. Pero, el de Pepe Pecas es un trabalenguas que aunque abuse de la letra P, gracias a su construcción de palabras inversas crea una dificultad para pronunciarlo muy elevada, pero no conforme con ello, también es uno de los más divertidos, porque prácticamente todo se dice con la letra P.
• Lado, ledo, lido: es uno de los trabalenguas más fáciles de memorizar y de aprender por los niños, y es por eso que se ha convertido en un infaltable. La razón de su popularidad está en que es uno de los más cortos, y porque al igual que en el caso anterior, casi todo ocurre con la misma letra -en este caso, la L-, lo que le agrega mucha más diversión.
• La bruja piruja: uja, aje, ajo, eja, son las terminaciones básicas de casi todas las palabras dentro de este trabalenguas. Teniendo en cuenta la dificultad y el esfuerzo que demanda pronunciar las frases que terminan en una sílaba con la letra jota, se entiende por qué este trabalenguas es muy utilizado para mejorar el lenguaje en los niños.

¿Qué tienen de diferente los trabalenguas infantiles?

Al pensar en muchos trabalenguas infantiles, es bastante probable que cada persona pueda recordar al menos un par de estos, lo que a su vez lleva a preguntarse qué tienen de diferente o por qué son tan difíciles de olvidar. Algunas características pueden ser determinantes para entender eso:

• Repetición: la repetición de sílabas o de letras, no directamente las mismas, pero sí su utilización para la construcción fonética de nuevas palabras y oraciones, hacen que los trabalenguas para niños sean muy fáciles de memorizar y, con ello, más difíciles de olvidar.
• Musicalización: las frases de los trabalenguas infantiles suelen ser muy cortas, a menudo no sobrepasando las 3 o 4 palabras. Por eso, tienen un ritmo veloz y cortante, que hacen que se digan con aplausos, con saltos, y en definitiva, se conviertan en una forma lúdica de animar cualquier otro juego -no en vano se utilizan muchos de los trabalenguas infantiles para los famosos juegos de chocar las manos-.
• Los temas: los trabalenguas para niños suelen ser divertidos desde la historia que cuentan. Por eso, vienen siendo prácticamente cuentos o fábulas,, pero en un formato muy compacto y musical, lo que les hace todavía más difíciles de olvidar para cualquier persona.

Por lo general, la mayoría de las personas recuerdan los trabalenguas con cariño. Esa sería la primera razón de que se los enseñen a sus niños. Está más que demostrado que su utilización para la enseñanza de la lengua -incluso como método de terapia de lenguaje- muestra muchos avances en los niños, de manera que aunque parezca que se utilizan de forma lúdica, para el divertimento, pueden contribuir a mejorar la velocidad de la lectura, la facilidad para entender y escuchar, la fluidez verbal y hasta la ganancia de nuevas palabras para tener conversaciones más fluidas y diversas, incluso desde temprana edad. La variedad de trabalenguas existentes, además, beneficia a todo lo anterior descrito.