Los Puros Montecristo - ¿Qué hay detrás de su singularidad?
Los puros Montecristo son sin duda considerados como la cúspide de la exquisitez en el mundo de los puros. ¿Qué hay detrás de su singularidad? ¿Valen estos puros lo que cuestan?
La leyenda de los Puros Montecristo
La narrativa que rodea a Montecristo se enfoca en la búsqueda incansable de la excelencia, lo que hace que fumadores de todos los niveles y gustos, ya sean novatos o veteranos, tradicionalistas o aventureros, valoren enormemente un puro Montecristo.
La leyenda de Montecristo nació con Alonso Menéndez, un empresario cubano que revolucionó la industria del tabaco al crear una nueva marca de puros cubanos. Se dice que el nombre surgió de los "lectores" en la fábrica, quienes inspirados por la novela "El conde de Montecristo" de Alejandro Dumas, propusieron el nombre.
Junto a su socio, Menéndez formó Menéndez, García y Cia. En 1937, adquirieron la famosa fábrica H. Upmann para los puros Montecristo. La marca ganó renombre, siendo la preferida en los años 60. Tras la revolución cubana, la marca pasó al control de Cubatabaco. Aunque enfrentó competidores como Cohiba, Montecristo ha perdurado y sus puros son apreciados globalmente.
¿Cómo se producen los puros Montecristo?
En cada puro Montecristo late el corazón del tabaco cubano, cultivado en la afamada región de Vuelta Abajo. Aquí, el suelo y el clima se combinan para regalar tabaco de riqueza, equilibrio y sabor inigualables. Las envolturas cuidadosamente elegidas reposan durante un mes en salas de cedro, cautivando y conservando sus notas aromáticas y gustativas.
Este tabaco de élite viaja hasta las fábricas de puros cubanas, donde hábiles maestros torcedores dan forma a estas obras maestras. Dada la alta demanda global, los Montecristo ya no solo emergen de la fábrica H. Upmann. Diversas otras instalaciones también contribuyen, manteniendo la calidad y satisfaciendo a una audiencia mundial apasionada.
Los puros Montecristo no han alcanzado su estatus legendario a través de estrategias de marketing llamativas. Su grandeza reside en la autenticidad y la calidad innata. Desde el tabaco que los compone hasta la destreza de los artesanos que los crean, cada componente se entrelaza en un ballet de sabores y aromas.
¿Cómo fumar un puro Montecristo?
Una vez elegido el puro que deseas fumar (sí, hay muchos tipos de puros Montecristo), debes encontrar el momento adecuado. Fumar un puro es un ritual para el que necesitas más tiempo y las circunstancias adecuadas.
Los puros Montecristo son ideales para acompañar con una variedad de licores como whisky escocés, ron, bourbon, coñac y tequila. También son un excelente compañero para una taza de café, especialmente el café cubano. Incluso para los amantes de la simplicidad que prefieren el agua para limpiar el paladar, los Montecristo siguen siendo una delicia.
Si ya se dan las circunstancias favorables, recuerda seguir un ritual adecuado. Corta el extremo del puro y enciéndelo, preferiblemente con la ayuda de un palo de madera. Este es el método más tradicional de encender un puro.
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