La importancia de una tabla de contenidos en trabajos escritos
Organizar un trabajo escrito forma parte de las tareas que el autor debe ejecutar a fin de que las personas que vayan a realizar la lectura de los mismos tengan más facilidad. Uno de los elementos más usuales que se incluyen son las tablas de contenidos y hoy veremos la importancia de las mismas.
Los trabajos escritos reúnen una diversa cantidad de información en varias páginas. Estas siguen un orden lógico que facilita que la persona que lo lee acceda a los datos de su contenido sin complicaciones, siempre y cuando avance
hoja tras hoja. Ahora, qué pasa cuando se quiere ver un punto específico sin ̣revisar cada una de las páginas de información.
En esos casos se utilizan las tablas de contenido, tal y como se explica en este tutorial. Estas, además de ser un mecanismo que facilita mucho la organización del material, también están incluidas como parte de la normativa obligatoria para la presentación de trabajos escritos que establece el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (ICONTEC).
Razones para hacer uso de las tablas de contenido
Aunque su principal objetivo se orienta a organizar el contenido interno del trabajo para facilitar la lectura, también tiene otros objetivos:
- Agrupar en categorías los distintos tipos de contenidos presentes dentro del documento, como tablas, figuras, cuadros e ilustraciones.
- Ayudar a que el lector pueda acceder a cada uno de los recursos gracias a que se listan los títulos y subtítulos, así como el número de la página en donde se encuentran.
- Facilitar que no existan recursos repetidos dentro del trabajo, a menos que se utilicen con un objetivo específico.
- Relacionar conceptos entre el índice de contenidos general y cada uno de los elementos incluidos dentro de las tablas de contenidos.
- Presentar de manera más ordenada el material, dejando constancia del interés que se tuvo al momento de su elaboración.
Pasos para elaborar una tabla de contenido
Cuando se elabora un trabajo escrito de investigación a veces surgen dudas sobre la forma correcta de presentar esta parte, ya que las formalidades deben responder a las exigencias del ICONTEC. En este sentido, los pasos a seguir son:
- Establecer la configuración general de la página. Según las notas del ICONTEC los márgenes superior e inferior deben medir 3 centímetros. El de la parte izquierda debe ser de 4 centímetros (para facilitar el interlineado) y el de la derecha debe ser de 2 centímetros.
- Asignar el título a la página. Lo común es colocar “contenido” o “índice” de forma indistinta. Aquí lo importante es que esté escrita en negritas y que las letras aparezcan en mayúsculas.
- Preparar una lista con todos los títulos y subtítulos contenidos en el trabajo en un orden correcto. Lo ideal es que los títulos tengan una enumeración y los subtítulos estén desprendidos de ellos. Por ejemplo, un título se puede marcar con un 1 y sus subtítulos serán 1.1, 1.2, 1.3, etc.
- Abarcar la separación con el apartado de número de página con puntos continuos que sirven como guía a la hora de definir la ubicación de uno de los recursos de la tabla de contenidos.
- Colocar el número de página que corresponde a cada recurso fijándose muy bien que esté correcto para evitar complicaciones a la hora de imprimir.
Para elaborar una tabla de contenidos es recomendable haber culminado la totalidad del trabajo escrito y tenerlo bien configurado para evitar que los datos suministrados al momento de su elaboración varíen, sobre todo en el caso del número de página. Para ello es conveniente revisar todas las normas ICONTEC antes de empezar con esta tarea.
Una tabla de contenidos es uno de los recursos de organización más útiles en un trabajo escrito y por eso su omisión no está permitida. La buena noticia es que es muy fácil de elaborar y hoy en día existen ayudas de los propios procesadores de texto para generar los esquemas automáticamente.
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