Entre la Ciencia y la Esperanza: El Fascinante Mundo de la Criogenización

La criogenización, a menudo vista como un puente hacia la inmortalidad o al menos una segunda oportunidad en la vida, es una práctica fascinante que se encuentra en la intersección de la ciencia, la tecnología y la filosofía. A través de los años, ha capturado la imaginación de científicos, escritores de ciencia ficción y el público en general, ofreciendo una mezcla de esperanza, escepticismo y curiosidad intrínseca.

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Orígenes y Desarrollo

La idea de la criogenización se remonta a la década de 1960, cuando el concepto de criopreservar humanos y animales con la esperanza de revivirlos en el futuro comenzó a tomar forma. El profesor Robert Ettinger es a menudo considerado el "padre de la criogenización", gracias a su influyente libro "The Prospect of Immortality" publicado en 1962, donde exploró la viabilidad y las implicaciones éticas de la criogenización.

La primera persona en ser criopreservada fue el Dr. James Bedford en 1967, un psicólogo de la Universidad de California. Desde entonces, la técnica ha evolucionado significativamente, aunque aún se encuentra en una fase experimental. La criogenización se basa en el principio de enfriar rápidamente un cuerpo a temperaturas extremadamente bajas (-196 grados Celsius, utilizando nitrógeno líquido) con la esperanza de detener todos los procesos biológicos, incluido el decaimiento post-mortem, y preservar el cuerpo indefinidamente hasta que los avances médicos puedan revivir y curar el cuerpo en el futuro.

Número de Personas Criogenizadas

Hasta la fecha, se estima que más de 400 personas han sido criopreservadas, con miles más habiendo firmado para someterse al proceso después de su muerte. Estas cifras incluyen tanto cuerpos completos como aquellas personas que han optado por preservar solo sus cabezas o cerebros, una práctica conocida como neurocriogenización.

Famosos que se han Criogenizado

A lo largo de los años, la criogenización ha atraído a personas de todos los ámbitos de la vida, incluidas algunas figuras públicas y celebridades. Aunque la privacidad y la confidencialidad suelen rodear estos procedimientos, algunos casos han llegado al conocimiento público, ya sea por declaraciones de las propias personas antes de su muerte o a través de sus familias y representantes. Aquí se mencionan algunos de los individuos famosos y pioneros en este campo:

Ted Williams

El legendario jugador de béisbol de los Boston Red Sox, Ted Williams, es quizás el caso más famoso de criogenización. Tras su muerte en 2002, se informó que su cuerpo había sido criopreservado en Alcor Life Extension Foundation. Su caso generó controversia y atención mediática, destacando las complejidades éticas y familiares asociadas con la decisión de criogenizarse.

James Bedford

Aunque no es una "celebridad" en el sentido convencional, el Dr. James Bedford merece una mención especial por ser la primera persona en ser criopreservada, un hecho que lo convierte en una figura histórica en el ámbito de la criogenización. Bedford, un profesor universitario, fue criopreservado el 12 de enero de 1967, y su caso sigue siendo un punto de referencia en la historia de la criogenización.

Hal Finney

Hal Finney, un renombrado criptógrafo y pionero en el desarrollo de Bitcoin, es otro individuo notable que eligió la criogenización. Finney, quien falleció en 2014 debido a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), fue criopreservado por Alcor. Su interés en la tecnología y la criptografía se extendió hacia su esperanza en las futuras capacidades de la medicina, incluida la posibilidad de revivir a personas criopreservadas.

John Henry Williams

El hijo de Ted Williams, John Henry Williams, también eligió ser criopreservado tras su muerte en 2004. Al igual que su padre, fue criopreservado en Alcor, lo que subraya la influencia de las decisiones familiares en la elección de la criogenización.

Aunque la lista de famosos públicamente conocidos por haber sido criopreservados es relativamente corta, refleja un espectro interesante de motivaciones y esperanzas puestas en esta tecnología futurista. La decisión de criogenizarse es profundamente personal y, en el caso de figuras públicas, a menudo se convierte en parte de su legado duradero, alimentando la curiosidad y el debate sobre los límites de la ciencia y la potencialidad de la vida después de la muerte.

Walt Disney y la Criogenización

Un caso particularmente famoso y a menudo malinterpretado es el de Walt Disney. Contrario a la leyenda urbana popular, Walt Disney no fue criogenizado. Disney falleció el 15 de diciembre de 1966, y fue incinerado dos días después, con sus cenizas depositadas en el Forest Lawn Memorial Park en Glendale, California.

La especulación sobre su criogenización parece haber surgido de rumores y la fascinación pública con la figura de Disney, así como su conocido interés en la ciencia y la tecnología futuristas. A pesar de la persistencia de esta historia, no hay evidencia que respalde que Disney haya sido sometido a la criogenización.

Este mito es un ejemplo de cómo la criogenización se ha entrelazado con la cultura popular, generando historias y leyendas que trascienden la realidad de la práctica. La decisión sobre la criogenización es profundamente personal y, en muchos casos, mantenida en privado, lo que deja el campo abierto a especulaciones y mitos, especialmente cuando se trata de figuras públicas y celebridades.

Coste de la Criogenización

El coste de la criogenización varía según la organización y el tipo de servicio elegido. En promedio, la criopreservación de un cuerpo completo puede costar unos $200,000, mientras que la preservación de solo el cerebro o la cabeza puede costar entre $80,000 y $100,000. Estos precios incluyen no solo el proceso de criopreservación en sí, sino también el mantenimiento a largo plazo del cuerpo o cerebro en instalaciones de almacenamiento especializadas.



Desafíos y Críticas

A pesar de su popularidad en ciertos círculos, la criogenización enfrenta críticas significativas y escepticismo científico. Uno de los principales desafíos es el daño celular causado por la formación de cristales de hielo durante el proceso de congelación, aunque las técnicas de vitrificación han mostrado promesa en la reducción de este daño. Además, no existe actualmente una tecnología o método comprobado para revivir a las personas criopreservadas, lo que plantea preguntas sobre la viabilidad y la ética de la práctica.

Conclusión

La criogenización sigue siendo un campo de estudio intrigante y polémico, en el límite de la ciencia y la especulación. Mientras algunos lo ven como un boleto a la vida eterna, otros lo consideran un esfuerzo poco práctico con obstáculos insuperables. A pesar de esto, continúa inspirando a aquellos que sueñan con trascender los límites de la vida humana tal como la conocemos, manteniendo viva la esperanza de un futuro donde la muerte pueda ser solo un inconveniente temporal.

Oscar Rodriguez

Oscar Rodríguez, fundador de Portal de Actualidad,  se dedica a informar y analizar las últimas noticias de interés general, siempre manteniendo un enfoque imparcial y objetivo. Su carrera profesional le ha llevado a colaborar con importantes medios nacionales e internacionales, cubriendo noticias de actualidad, política, economía, deportes, ciencia y tecnología, entre otros temas.

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