Cannabis en España: la situación legal actual y los cambios que se avecinan

El Gobierno está estudiando una ley que flexibilizaría y legalizaría el uso tanto medicinal como recreativo de esta planta.

La situación actual sobre la plantación y el consumo de cannabis en España parece tajante, pero la realidad es que está llena de áreas grises que llevan a la confusión. ¿Qué se puede hacer y qué no con esta planta? ¿Qué sanciones hay relacionadas con su cultivo o con consumirla?

El panorama que se avecina parece repleto de cambios, sobre todo por la propuesta de ley que Podemos está construyendo, y para la que necesita el apoyo tanto del PSOE como de las demás formaciones parlamentarias. Ahora bien, el panorama actual deja bastante claro que hace falta un cambio, sea en el sentido que sea.

Recientemente, hay estudios que demuestran que el cannabis puede ser un superalimento, y lo cierto es que hay ámbitos en los que cultivarlo, si bien no es legal, tampoco es ilegal. Resulta algo ambiguo, y lo cierto es que lo es. Y es que, lo establecido según la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana también choca con lo que se registra en los artículos 18 y 22 de la Constitución.

¿Qué implica eso? Zonas grises, como se mencionaba antes. Zonas que conviene delimitar para entender mejor cuál es la situación actualmente con esta planta y sus derivados. Zonas que, probablemente, acabarán cambiando en pocos años, dada la intención del gobierno de estudiar nuevos cambios legales al respecto.

La situación actual con el cannabis en España

Consumir cannabis, independientemente de los tipos de semillas de marihuana de los que provenga, es totalmente ilegal en las vías públicas. Como dicta la ley actual, la sanción mínima es de 601 euros en el caso de que una persona consuma en las calles de manera no reincidente. Aunque puede agravarse en el caso de sí serlo.

Por otra parte, los ya citados artículos 18 y 22 de la Constitución hablan del derecho a la intimidad y a la asociación respectivamente. Son importantes porque, precisamente, es a partir de ellos de lo que nace la posibilidad de plantar en espacios privados. Ahora bien, con el cannabis esto adquiere un matiz importante.

Primero, porque no puede ser visible desde la vía pública; segundo, porque no puede plantarse con fines lucrativos ni recreativos. En el caso de que las autoridades tengan sospechas, pueden intervenir legalmente y sancionar si lo consideran oportuno. La plantación personal y absolutamente privada no es ilegal, pero tampoco es totalmente legal.

Por otro lado, tanto la venta como la compra de marihuana son operaciones completamente ilegales en España. No se puede decir exactamente lo mismo de la compra o venta de semillas o de productos destinados a su cultivo. Razón por la que tiendas online como https://www.royalqueenseeds.es/ pueden funcionar perfectamente.

La reforma sobre el consumo de cannabis que se estudia en España

Los principales impulsores de la nueva reforma de ley son el grupo parlamentario de Podemos. Su secretario general, a su vez vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha manifestado en varias ocasiones que se está elaborando una nueva propuesta de ley que legalice el consumo tanto medicinal como recreativo. Eso sí, dentro de ciertos límites.

Una propuesta que busca el apoyo de las demás agrupaciones y de la que el PSOE no se está pronunciando actualmente, aunque varios de sus grupos ya han manifestado su intención de cambiar la situación actual, abogando por una mayor flexibilidad.

La nueva ley quiere legalizar el uso del cannabis en diferentes entornos, aunque necesita la demostración científica de sus bondades en el ámbito de la salud, al igual que de posibles efectos adversos. Dos cuestiones muy importantes, sobre todo si se prevé extender su uso en el campo de la medicina.

Por el momento, la formación morada está elaborando el texto de la propuesta, que después deberá pasar por diferentes negociaciones y votaciones, además de modificaciones, hasta que se construya una nueva ley al respecto. Es un recorrido largo, aunque se prevé que pronto empiece a movilizarse.

Y es que es necesaria una regulación clara sobre la distribución y consumo de cannabis en el país. Otros territorios europeos han establecido unas líneas más claras al respecto, unos más restrictivos, otros más permisivos.

Sea como fuere, hay cambios en el horizonte que, se espera, terminen de aclarar todos los posibles casos que permitan una regulación más clara y específica del cannabis en el país. Por el momento, la prioridad de la nueva ley es extenderse en el campo de la salud, pero no deja de lado el uso recreativo, que es precisamente el más delicado.