Alabama Introduce la Hipoxia de Nitrógeno en el Corredor de la Muerte: El Caso Controversial de Kenneth Smith

En un movimiento sin precedentes en el sistema de justicia penal de Estados Unidos, el estado de Alabama ha autorizado la utilización de un nuevo método de ejecución en el corredor de la muerte: la hipoxia de nitrógeno.

Este cambio surge en respuesta a las crecientes dificultades y controversias asociadas con el uso de la inyección letal.

Kenneth Eugene Smith, de 58 años, fue condenado por el asesinato de Elizabeth Sennett en 1988, quien fue asesinada por encargo de su esposo, Charles Sennett, con el objetivo de cobrar una indemnización por su muerte. Smith y su cómplice, John Forrest Parker, recibieron cada uno 1,000 dólares por cometer el asesinato. Charles Sennett se suicidó una semana después del asesinato, y Parker fue ejecutado en 2010 mediante inyección letal.

El caso de Kenneth Eugene Smith ya que será el primer individuo en enfrentar la muerte bajo este nuevo protocolo.

El Nuevo Método: Hipoxia de Nitrógeno

La implementación del gas nitrógeno surge como una respuesta a las dificultades experimentadas con la inyección letal, el método convencional de ejecución. Las farmacéuticas se han negado a suministrar los componentes necesarios para las inyecciones letales, y se han presentado complicaciones y cuestionamientos sobre la humanidad de este método en varias ejecuciones anteriores

El nuevo procedimiento consistirá en colocar una mascarilla sobre el reo, sustituyendo el oxígeno por nitrógeno, causando la muerte por falta de oxígeno.

La ejecución de Smith, programada para finales de este mes, ha sido aprobada por un juez federal a pesar de las apelaciones de sus abogados, quienes argumentan que este método podría violar la prohibición constitucional de castigos crueles e inhumanos.

Controversia y Crítica Internacional

La decisión de Alabama ha generado una ola de críticas a nivel internacional. La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado su preocupación, sugiriendo que la ejecución por hipoxia de nitrógeno podría constituir una forma de tortura o trato inhumano según el derecho internacional.

Además, la falta de precedentes en el uso de este método en ejecuciones humanas ha añadido incertidumbre y preocupación sobre el potencial sufrimiento que podría causar ya que incluso la Asociación Veterinaria de Estados Unidos recomienda administrar un sedante a los animales incluso cuando son sacrificados con este método, algo que el protocolo de Alabama no prevé.

El caso de Smith no solo pone en el foco el debate sobre la pena de muerte en sí, sino también sobre la ética y la humanidad de los métodos empleados para llevarla a cabo.