S.O.S. HIDRATACIÓN

La deshidratación es la falta de agua necesaria para el organismo. Puede deberse a una pérdida excesiva de líquidos por sudor, a vómitos, dia-rreas, un aumento de eliminación de orina (por fármacos diuréticos o diabetes no tratada) o a una carencia de ingestión de líquidos. Como consecuencia, se alteran las funciones del organismo y aparecen una serie de signos clínicos que van desde la sed o piel seca, hasta el coma y la muerte en casos extremos. 


En condiciones normales, se pierde diariamente cierta cantidad de agua a través de la respiración, el sudor (medio litro al día) y la orina, y de las lágrimas o las heces.

Síntomas


Sed. Es uno de los síntomas primeros de la necesidad de agua en el organismo. Esta sensación nos impulsa a beber el agua que precisamos. Sin embargo, hay dos grupos de población en los que este mecanismo no es suficiente: en los bebés, que no pueden manifestarlo ni conseguir el agua que requieren por ellos mismos; y en los ancianos, donde disminuye la sensación de sed aunque tengan que ingerirla.
La sensación de sed es una señal de alarma que nos da el organismo, por ello nunca debemos esperar a sentirla para ingerir el líquido que necesita nuestro cuerpo.


Disminución del volumen de orina. Se orina menos cantidad y con menos frecuencia. Esto es una consecuencia de los esfuerzos del riñón por concentrar la orina y eliminar la menor cantidad de agua posible con lo que aumenta mucho de color, haciéndose oscura.


Piel seca y con mucha menos elasticidad. En los casos más extremos se llega a producir lo que conocemos como el signo del pliegue. Se produce cuando al pellizcar la piel del dorso de la mano, por ejemplo, ésta queda elevada, arrugada y tarda mucho en volver a su lugar. Además, la piel aparece fría y pálida. 


Sequedad de mucosas. Al igual que la sequedad de la piel, sucede por la falta de agua y electrolitos. Dismi-nuye o se bloquea la formación de moco y se resecan las fosas nasales. Se rebaja la producción de saliva y la boca se siente pastosa. 


Cansancio, mare
o y/o confusión. El cerebro recibe menos oxígeno al descender el volumen sanguíneo circulante, con lo cual disminuye la presión arterial y el gasto cardiaco (volumen de sangre que bombea el corazón por minuto). Para compensar la poca sangre con oxígeno que va a las células, se produce aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.

Agua en abundancia


Es el líquido más recomendable para evitar posibles deshidrataciones. Dos litros diarios son los ideales, para las personas que llevan una vida normal. Recuerda que el exceso puede resultar perjudicial, cuando hablamos de más de seis litros diarios.

Entradas Relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad