¿Por qué me duelen los dientes con el frío?
¿Te duelen los dientes cuando comes helados? ¡Que no cunda el pánico! Se trata de una molestia relativamente frecuente debida, en la mayoría de los casos, a la sensibilidad dental provocada por la retracción de una encía o por el desgaste del esmalte. Te explicamos qué es y cómo evitar este dolor tan desagradable.
¿Por qué me duelen los dientes?
Beber un café con hielo o tomar un helado puede ser todo un placer para nuestras papilas gustativas pero no tanto para nuestros dientes. Según varios estudios, entre un 15 % y un 57 % de la población sufriría sensibilidad dental provocada por un estímulo térmico (normalmente el frío pero, a veces, también el calor) o un estímulo táctil como el cepillado.
Las personas con sensibilidad dental la describen como pinchazos y pequeñas descargas eléctricas (más o menos fuertes). Normalmente se produce en la unión entre la encía y el diente: una zona muy concreta, y especialmente sensible, llamada cuello. "La dentina, capa interna del diente, es un tejido formado por miles de canales que conducen al nervio", explica la Dra. Corinne Lallam, cirujana-dentista y miembro de la Sociedad Francesa de Periodoncia e Implantología Oral.
Para protegerse de las agresiones externas, la dentina cuenta con dos aliados: la encía y el esmalte dental. Cuando uno de estos tejidos ya no es capaz de protegerla aparecerá entonces la sensibilidad dental. Al descubierto y sin barrera protectora, la dentina se vuelve sensible a agresiones externas como el frío. Las terminaciones nerviosas se activan y aparece el dolor. "En algunas personas con sensibilidad dental, un simple vaso de agua fría, o el inhalar aire frío por la boca, provocará la aparición de fuertes dolores", explica la Dra. Corinne Lallam.
Es recomendable que consultes a tu dentista en caso de sensibilidad dental persistente. Este podrá establecer un diagnóstico y prescribir un tratamiento adecuado: aplicación de barniz de flúor, de resinas compuestas, etc.
Sensibilidad dental: posibles causas
¿Y si es la encía?
"Une enfermedad periodontal o una técnica de cepillado inadecuada puede provocar la retracción o recesión de la encía, es decir, una pérdida progresiva de los tejidos gingivales", advierte la Dra. Corinne Lallam.
Recomendaciones: Para proteger tus dientes, tus encías y tu esmalte, utiliza una técnica de cepillado adecuada. "Un cepillo suave cambiado con regularidad, un movimiento ligero durante un tiempo de cepillado de 2 minutos como mínimo. Se recomienda utilizar cepillos eléctricos ya que permiten optimizar el cepillado", explica la Dra. Lallam.
¿Sabías qué? Puede prescribirse una intervención quirúrgica para reposicionar la encía sobre la raíz descubierta.
¿Y si es el esmalte dental?
"Los alimentos y bebidas demasiado ácidos o azucarados pueden provocar un desgaste y una pérdida del esmalte dental. La capa del esmalte se desmineraliza, se vuelve porosa, sensible y, por consiguiente, menos protectora", recuerda la Dra. Corinne Lallam.
Recomendaciones:
- Cámbiate a un dentífrico específico para dientes y encías sensibles. Su composición ayudará a reforzar los tejidos y a evitar así la excitación del nervio.
- Opta por una alimentación variada y equilibrada, limita el consumo de productos azucarados y ácidos como los refrescos.
¿Sabías qué? Después de un blanqueamiento dental es habitual tener sensibilidad en los dientes. No hay de qué preocuparse. Se trata de un episodio de sensibilidad transitoria debida a los productos utilizados durante la intervención.
¿Y si es una caries?
"Las caries también pueden provocar dolor ante el frío. Por ello, es esencial consultar a un dentista para que establezca un diagnóstico", aconseja la Dra. Corinne Lallam.
Recomendaciones:
- Limita el consumo de alimentos y bebidas azucarados.
- Cepíllate los dientes mañana y noche durante, al menos, 2 minutos.
- Por la noche, limpia los espacios interdentales con hilo dental o un cepillo interdental.
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