Llevar gafas no está reñido con viajar, pero toma estas precauciones

Cuando se hace un viaje poco se sabe aparte de donde se va. En principio suponemos siempre que todo irá bien, pero una enfermedad o un accidente podrían estropearlo. Razón por la cual es tan importante contratar un seguro de viaje con las principales coberturas.

Pues bien, algo que debemos cuidar especialmente cuando estamos de viaje es la vista, sobre todo teniendo en cuenta que las partes del ojo son sumamente delicadas. Veamos qué podemos hacer para estar tranquilos con este tema cuando pasamos unos días fuera de casa.

Precauciones generales

Mientras estamos en casa tenemos la tranquilidad de que si se nos rompen o pierden las gafas o lentillas, podremos conseguir otras con bastante facilidad. No tenemos más que acercarnos a nuestra óptica de siempre y pedir unas nuevas.

Pero en un viaje la cosa se puede complicar bastante. Igual no hay un establecimiento cerca en el que conseguir estos artículos, y en el mejor de los casos tener que hacer esta gestión nos hará perder tiempo para disfrutar del viaje. De modo que lo mejor es viajar siempre llevando repuesto de las gafas o las lentillas, y líquido para estas últimas.

Consejos si vas a la nieve

Viajar a la nieve es una gran ilusión para muchas familias. Pero hay que tener especial precaución una vez allí, ya que la vista se puede resentir especialmente. ¿Qué podemos hacer para disfrutar de ella sin problema alguno?

En primer lugar es importante que utilicemos gafas de filtro solar 4, ya que esta es la protección más alta. Resultan ideales para el esquí y otros deportes de montaña que sean polarizadas y lleven lentes espejadas.

Por otro lado, con independencia de que haga sol o niebla, hay que usar las gafas sin excepción alguna, y tampoco hay que desprenderse de ellas cuando haga viento. Lo mejor es que sean lo más cerradas posible, para evitar los reflejos laterales, y de material resistente. Jamás se deben usar gafas de plástico, ya que dejan pasar los rayos UV.

Es muy importante también utilizar gorro, ya que esto sirve para frenar los reflejos de los rayos de sol en la cara. Y tampoco hay que olvidar proteger la zona lateral de la cara.

Por si todo esto no fuera suficiente, lo mejor es tener un seguro

Tal como indicábamos al inicio de estas líneas, para viajar seguro es de vital importancia contar con un seguro de viaje. Este puede tener distintas prestaciones, pero hay una serie de ellas que no pueden faltar.

Por ejemplo ha de contar con asistencia médica 24 horas. Más de la mitad de los problemas que ocurren durante los viajes están relacionados con la salud. Lo cual además puede suponer un problema económico, ya que en el caso de Estados Unidos el coste medio de pasar por la consulta es de 62 euros.

Es imprescindible que contemple también el transporte sanitario e incluso la repatriación, ya que esto puede costar un auténtico dineral si no se cuenta con un seguro. Y lo mejor es que cubra la cancelación del viaje, por si los problemas se produjeran antes de emprender rumbo al destino elegido.