Lecciones que hemos aprendido con la literatura romántica

A pesar de que la literatura romántica pareciera estar encasillada en un círculo de lectores muy específico, además del amor, la pasión y la emoción propia del cortejo, la literatura romántica ofrece muchas lecciones y enseñanzas que pueden ser útiles para vivir. Si se está pensando en buscar nuevas ideas para leer, algunas obras románticas pueden encajar a la perfección.

Pero para elegir, siempre es conveniente analizar lo que el género en general aporta a los lectores. Si es la primera vez que se afrontarán las lecturas del género romántico, comenzar por cuentos cortos o por estas fábulas puede ser una decisión acertada, ya que el formato breve permitirá evaluar si lo que se busca tiene relación con dicha lectura, o si, por el contrario, ha sido tal la grata sorpresa que se ha quedado con ganas de leer algo más profundo o extenso.

En cualquier caso, conocer las lecciones o las moralejas que aporta el género es crucial para entenderlo.

Relaciones y el amor

En un mundo marcado por la prisa y por el vértigo, pareciera que no hay mucho tiempo para las relaciones ni mucho menos para elegir o para encontrar realmente a la pareja ideal. Pero puede que no sea realmente así. De hecho, al menos saliendo de las obras clásicas del romanticismo, es un tema bastante frecuente dentro de las obras literarias más importantes del género.

Para todas las personas existe su media naranja, y cada libro, cada autor, cada edición, seguramente abordará su encuentro de una forma totalmente distinta, pero en definitiva puede ser un excelente recurso para encontrar al menos las certezas, las formas de proceder y hasta de juzgar algunos comportamientos.

El idealismo y la perseverancia

Por lo general, cuando se habla de literatura romántica pareciera que se habla siempre de una pareja que se conoce en las primeras páginas, pero se casará en el capítulo final. Y no necesariamente tiene que ser así.

Muchas obras que por género encajan perfectamente en la literatura romántica ni siquiera tocan el tema del enamoramiento o de las parejas, sino que ven el amor desde la perspectiva de las personas que alcanzan sus sueños, su máximo potencial, que luchan sin cesar por sus ideales con notables rasgos de perseverancia.

Por eso, muchos de los libros románticos modernos suelen tener un concepto más hacia el empoderamiento y el logro que a otra cosa, lo que viene genial para encontrar sobre todo la tranquilidad de que todo puede estar mejor si se hacen bien los deberes.

Explorar nuevos horizontes

O directamente vencer los límites del pensamiento. Y eso no como tema, sino más bien como enseñanza del género, ya que muchos autores de la literatura romántica abordan sus historias desde el formato del “camino del héroe”, donde hay un viaje, hay conocimiento de nuevos horizontes, de diferentes culturas, de contacto con personas muy diferentes, con la naturaleza y demás, lo que permite que el protagonista en todo el trayecto vaya creciendo, y seguramente, cambie totalmente con respecto a quién era al inicio de la historia.

Para el lector, es una forma de acercarse a esa literatura que lleva a explorar y a imaginar, y por qué no, a despertar el instinto aventurero que muchas veces hace falta para dar con soluciones que se resisten a aparecer.

No es, desde luego, el género literario más comercial de todos. Sin embargo, su enfoque práctico es superior a muchos otros que sí parecieran estar destinados a su aplicación práctica. La facilidad de entender la mayoría de los temas que abarca la literatura romántica es otra de las ventajas de su lectura, lo que se suma a una gran variedad de autores, de temáticas y de orígenes, engrandeciendo las posibilidades de encontrar buenos libros que transformen totalmente al lector.

Y por supuesto, el amor, el enamoramiento y todo lo bonito que lo rodea, que al menos de forma implícita va a estar.