Guía práctica para lavar y desmanchar tus pisos fácil y rápido

Las primeras impresiones se forman en cuestión de segundos y suelen perdurar. Un piso con suciedad, rayones o defectos sugiere una higiene precaria, pues, con solo entrar en un espacio, la mirada se dirige al piso.

La limpieza de pisos, así como su desinfección son esenciales, ya que favorecen la seguridad, apariencia y pulcritud de la estancia. Contar con una rutina de mantenimiento permite proteger la inversión, mientras conserva las superficies como nuevas.

¿Qué encontrarás en este artículo?

Adapta el mantenimiento según tu tipo de piso

En el hogar o en la oficina, una limpieza profunda puede extender la vida útil de los pisos. Además, el mantenimiento frecuente y preventivo se transforma en un ahorro significativo a largo plazo.

Por otra parte, el lavado de pisos necesita ajustarse a los componentes y características propias de cada clase de piso. A continuación, detallamos cómo cuidar de las variedades más comunes:

Cemento

Por su economía, resistencia y duración, los pisos de concreto ganan cada vez más popularidad. Además, son ampliamente utilizados en zonas de mucho tránsito como el patio o garaje.

Lo primero será proteger tus manos con guantes. Una vez hecho esto, pasa la aspiradora para retirar el polvo superficial. Ahora es momento de usar un poco de agua tibia y un limpiador para concreto, y así asear con la ayuda de una mopa después de remover la mezcla.

Emplea la mopa para limpiar todo, comenzando por una esquina, pero recuerda cambiar el agua sucia y secar el piso con un lienzo seco, aunque también puedes esperar a que seque solo. Ahora, para conservar el brillo puedes hacerte con una pulidora de pisos. Si no tienes una, puedes comprarla, alquilarla en ferreterías o contactar a una empresa especializada.

Madera

Para evitar que este material se decolore o arruine, es indispensable descartar el uso del agua en su higiene. En cambio, la mejor alternativa será utilizar productos específicos para limpiarlos.

Comienza por retirar la suciedad, puedes hacerlo barriendo o aspirando el área. En seguida, lee las indicaciones del producto para los pisos de madera, ya que algunos no necesitarán enjuagar porque se secan rápido y previenen el deterioro de la madera por el agua, mientras que otros necesitan un proceso completamente diferente.

Terracota

Esta superficie es popular para ambientes como baños y cocina, puesto que son bastante resistentes y perfectas para un uso muy constante. Entre las características más resaltantes de la terracota, destaca su resistencia ante las manchas, aunque su punto débil es que suele acumular mucho polvo.

La mejor forma de limpiarlos consiste en barrer para quitar el polvo. Impregna una fregona o mopa con un producto específico para limpiar la terracota, pásalo de adelante hacia atrás para remover la suciedad adherida.

Porcelanato

Esta clase de pisos se adapta muy bien a áreas de uso diario en las que podría caer agua, como los baños y cocinas. Son atractivos, vulnerables y delicados, se recomienda barrerlos cada día, complementando con una limpieza más profunda de forma semanal.

Quita la suciedad con ayuda de una escoba o aspiradora, en ambos casos tendrá que contar con cerdas suaves. Escoge un producto específico para este tipo de superficie y sigue las instrucciones del fabricante.

Para las juntas de los pisos, podrás frotarlas con un cepillo si es porcelanato sin pulir. En cambio, para el porcelanato pulido podrás limpiar con un paño suave, con cuidado de no opacar o desgastar su brillo natural.

Con un trapeador o fregona limpio podrás retirar los residuos del producto. Este paso es esencial para prevenir nuevas manchas.

Mármol

Para evitar su deterioro prematuro es importante descartar los productos con componentes ácidos como el vinagre o el limón. También es bueno recordar usar utensilios suaves para que no manchen ni rayen el acabado.

Comienza por aspirar o barrer el piso. A continuación, pasa la mopa humedecida en agua tibia para retirar los restos de suciedad. Utiliza un producto adecuado para mármol y humedece la mopa, luego pásalo por todo el piso. Seca la superficie después de unos minutos. Hazlo con ayuda de un paño suave, limpio y seco.

Granito

Necesitas un producto especial para limpiar granito. Siguiendo las instrucciones del fabricante, utiliza un paño suave mientras haces movimientos circulares para cubrir todo el piso.

Recuerda que los paños ásperos pueden rayar tu granito, por lo que debes contar siempre con un sellador. Lo aplicarás al finalizar, para mantener tus pisos relucientes y evitar la formación de manchas.

7 pasos para que tus pisos queden impecables

Si quieres conservar tus pisos limpios, relucientes y como nuevos por más tiempo, necesitas seguir ciertos consejos para lograrlo. Aquí te detallamos los pasos rápidos y eficaces para hacerlo realidad:

  1. Incluye en tu rutina el barrido constante de tus pisos, para prevenir la acumulación de suciedad
  2. Utiliza la mopa o fregona a diario para que estén limpios y se mantengan brillantes
  3. Emplea abrillantador de forma ocasional para proteger las superficies, cuidar y aportar más brillo
  4. Si tus pisos están opacos o descuidados, usa la pulidora para un lavado profundo y eficaz
  5. Los pisos de granitos, mármol o terracota podrás desgastarlos utilizando lijas de agua. Así retiras las manchas más adheridas para luego pulir la zona
  6. Evita utilizar productos que contengan ácido muriático, porque queman tus pisos y dejan manchas permanentes en cualquiera de ellos
  7. Si tus pisos están muy descuidados, manchados u opacos, recurre a una empresa especializada tanto en lavado como en pulido de pisos

Etapas para lograr un pulido perfecto

Los profesionales suelen realizar un proceso que consta de cinco fases para un pulido de primera línea, cada una de ellas está pensada para lograr un acabado perfecto. A continuación, detallamos un poco cada proceso:

  • Desbaratado: consta del raspado, rebajado y nivelación del piso. De esta forma, se eliminan las imperfecciones tales como oquedades, manchas, porosidad o juntas abiertas.
  • Retapado: se conoce también como resanado. Consiste en aplicar resinas especiales con el objetivo de tapar oquedades y corregir las juntas abiertas.
  • Pulido: el lavado de pisos se hace con discos de resina diamantada o discos de fibra. Además, se emplean productos acorde a cada superficie como desmanchadores, desengrasantes o pastas.
  • Abrillantado: se utiliza una pulidora de alta velocidad con discos de fibra que fricciona el piso para darle brillo.
  • Cristalizado: se aplican productos específicos acorde a cada piso para darle un efecto espejo.

¿Qué ventajas tiene pulir tus pisos?

Si quieres mantener tus pisos limpios y con buena apariencia, pulirlos será esencial, tanto en casa como en la oficina. Sin embargo, es necesario contar con una pulidora para convertir esta tarea en algo sencillo y eficaz.

Las pulidoras para pisos son herramientas esenciales para el lavado y mantenimiento correcto de los pisos. Permiten desmanchar y abrillantar a profundidad en poco tiempo. Aquí te contamos algunos beneficios de mantener tus pisos impecables:

  • Una limpieza frecuente prolonga la vida útil de tu piso
  • Pulir el piso les da un acabado como nuevo y lustroso por más tiempo
  • Los pisos limpios y brillantes reflejan el nivel de pulcritud de todos tus espacios

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