El reto de conseguir un inversionista siendo emprendedor

Sacar un negocio adelante no es fácil, ni en las mejores condiciones administrativas o económicas. Sin importar cuál sea la industria, emprender en una época donde abunda la competencia, es mucho más fácil cuando se hace junto a personas con experiencia, que conocen las posibilidades y consecuencias, estamos hablando en cualquier caso de inversionistas.

Empezar desde cero con una base sólida

Hay muchos jóvenes con valentía y con habilidades extraordinarias, que con el impulso adecuado –a nivel monetario– podrían lograr grandes cosas. Cualquier negocio que esté a punto de arrancar necesita aparte de los conocimientos, la mente maestra que dirija el capital, así como implementar las estrategias necesarias para lograr que este aumente.

En este caso, los inversionistas son muy valiosos. Se trata de personajes de negocios que poseen el dinero suficiente para dar impulso a quienes apenas comienzan y no tienen cómo lograr llegar a diversos mercados por sus propios medios. Por eso, una manera eficiente de encontrar inversionistas y hacer notar tu empresa es ser realmente convincente y tener objetivos concretos.

¿Qué persigue un inversionista?

Los inversionistas buscan colocar su dinero en organizaciones que ofrecen resultados a corto plazo, no dudan en poner parte de su riqueza en negocios que ya han explotado un sector económico y pueden obtener nuevas oportunidades de este.

Todos aquellos que usan su dinero para colocarlo como capital en otro negocio, son inversionistas. Ellos buscan hacer rendir su dinero en forma de intereses o en el aumento del valor de sus acciones. Es decir, buscan obtener ganancias.

Cómo atraer inversionistas siendo emprendedor

Podemos decir que un llamativo plan de negocios y una limpia trayectoria son aspectos fundamentales para que un inversionista esté interesado en ti y tu negocio. Aparte de mucho dinero, estos pueden también aportar contactos y mucho conocimiento y experiencia. Pero cuidado, hay que saber cómo seducir a un inversionista, muchos aspectos entran en juego.

Así que, si eres emprendedor y tienes muchas ganas de conseguir un negocio altamente exitoso, puedes confiar en una plataforma digital de inversión que te hará notar entre muchas otras compañías, siempre y cuando los incentivos de ambos estén alineados.

La falla más común del proceso

Una vez se ha encontrado un inversionista, la falla más común entre los emprendedores es no contar con una contabilidad bien documentada y transacciones poco transparentes. En otras palabras, poseer una administración deficiente que no cumpla con todas las exigencias corporativas.

Pero, una vez los tanto el dueño del negocio como el dueño del capital cuentan con objetivos similares, todo comienza a andar sobre ruedas. En estos casos, el inversionista se encargará de la empresa, pero nunca de las operaciones, eso seguirá siendo responsabilidad del emprendedor.

Por dónde comenzar siendo un emprendedor

Aunque puede ser abrumador al principio, es necesario que todo emprendedor conozca las debilidades y fortalezas de su negocio. Para comenzar con el pie derecho, lo que debe hacer cualquier dueño comercial con poco conocimiento es mostrar las ventajas de sus bienes/servicios o productos a sus familiares y amigos para empezar, posteriormente trabajar su imagen en RRSS y acto seguido, crear una lista de contactos más grande.

No será fácil que alguien crea de inmediato que mereces esa cantidad de dinero, es necesario que como nuevo empresario –con limitada experiencia– puedas demostrar con hechos y documentos lo rentable que podría llegar a ser si recibes la oportunidad. Confía en tus capacidades y en la de tu personal.

Períodos de tiempo para reembolsos que manejan los inversionistas

Una persona que pone parte de su dinero en una organización no significa que lo hace porque la ame, al principio el interés es netamente monetario. Es decir, invierte solo en aquello que confía le dará grandes dividendos. Por lo general, un inversionista espera el retorno del capital aportado –cinco veces mayor– más las ganancias, en un plazo no mayor a seis años.