Consejos prácticos que te ayudarán a la hora de comprar un vehículo

Adquirir un vehículo puede ser un proceso complejo, por lo que es importante aprender todo lo que podamos antes de tomar decisiones apresuradas.

Quienes ya han pasado por el proceso de comprar un automóvil, saben lo estresante que puede ser definir esta adquisición. Es un gasto de envergadura que pone nuestra cabeza a dar vueltas al asunto para saber si estamos tomando la decisión correcta.

Antes de tomar cualquier decisión lo primero que debemos hacer es la tarea de investigar bien cómo disminuir los costes del coche antes de adquirirlo. A fin de cuentas, la información es un arma que se puede utilizar para reducir el precio.

Un vehículo adaptado a las necesidades

Ciertamente, hay muchas buenas opciones en el mercado, algunas quizás demasiado buenas. Sin embargo, muchas personas tienden a arrepentirse por haber gastado una gran suma de dinero en un automóvil que simplemente no aprovecharon al máximo porque no se adaptaba a sus necesidades.

Por esta razón, es necesario pensar cuáles serán los planes de uso del coche, evaluar las posibilidades de tener familia o ir de vacaciones. La vida promedio de un automóvil oscila entre los 8 y los 13 años, por lo que es bueno tomar esto en consideración.

Opiniones ajenas a la marca

En muchos casos, es común que las empresas trabajen en beneficio propio, por lo que siempre van a hablar sobre las cosas positivas que aporta el producto. Sin embargo, aunque muchas veces no nos guste, tenemos que ver el lado oscuro del automóvil antes de hacer este compromiso a mediano o largo plazo.

Una buena opción es buscar las opiniones de otras personas que ya han adquirido el modelo. Hay muchas páginas web que se dedican a esto, al igual que las redes sociales pueden ser una referencia importante.

Nunca pagar el precio de catálogo

Es importante conseguir el mejor precio posible. Si vamos a ir por un coche de segunda mano, internet y la prensa serán los mejores aliados. Hoy en día, son pocas las personas que utilizan métodos alternativos a éstos, para vender sus vehículos, por lo que una buena búsqueda hará el trabajo.

En caso de que estemos pensando en comprar un vehículo de agencia, lo mejor será buscar un comparador de concesionarios para luego ir en persona. De esta forma, se pueden obtener presupuestos en base a mucho más que 4 o 5 concesionarios y no se pierde el tiempo de ir a cada uno para obtener un mal precio.

Vehículos en stock, una opción amigable con el bolsillo

Es posible que los vehículos que se encuentran en stock no se adapten a tus gustos refinados, pero siempre vale la pena preguntar por estas versiones. En primer lugar, éstos suelen tener un mucho mejor precio que las versiones que requieren esperar semanas o meses para obtenerse.

Por otra parte, existe una gran variedad en los concesionarios, por lo que seguramente las especificaciones se pueden adaptar a las necesidades que se plantearon en un primer momento. En caso de que no nos gusten las opciones, no se pierde nada con preguntar.

Restyling y Facelift

Una herramienta importante es saber en qué año o mes se va a cambiar el modelo. En casi todos los casos, cuanto más cercana sea la fecha de compra al momento en que se renueva el modelo, el precio del vehículo será más reducido.

El motivo es sencillo: los vendedores y fabricantes quieren sacar su stock en existencia, para el momento en que se renueve el modelo. De este modo, incrementarán sus ventas, por la cantidad de seguidores que apuestarán por la nueva versión.

Descuentos y financiación, los dos pesos en la balanza

Aunque los concesionarios ofrecen descuentos para ciertos tipos de financiación, la realidad es que debemos tener cuidado de no caer en este tipo de ofertas. Una vez que tenemos la información, lo mejor es tomarnos un tiempo antes de tomar una decisión. La finalidad principal es hacer cuentas y verificar si, en efecto, estamos recibiendo un descuento o será peor a largo plazo.

También es importante considerar la liquidez disponible. Si es mejor la financiación, el descuento puede sonar como algo plausible, siempre que la financiación no sea extremadamente negativa.