¿Cómo saber que estás comprando botellas de vino de calidad?
El vino es una bebida emblemática de España y es por ello que sus precios pueden llegar a ser bastante elevados. Sin embargo, en muchas ocasiones este precio es excesivo teniendo en cuenta la calidad del vino que después proporcionan. Para que este error te suceda lo menos posible, o no te suceda nunca, es necesario conocer cuáles son los factores que determinan la calidad de un buen vino. Estos factores pueden ser útiles a la hora de comprar una botella para consumo propio, pero también cuando se consume. Esto es debido a que cuando se consume en restaurantes o sitios ajenos, muchas veces quieren colar gato por liebre, y el vino servido no es tan bueno como lo hacen sonar.
Botella de vino
Lo primero que hay que considerar empieza desde la misma botella de vino. En muchas ocasiones se puede obtener mucha información simplemente mirando la etiqueta. En este caso un claro indicativo de calidad reside en la denominación de origen. Estos son pequeños logos que se sitúan en las etiquetas que indican que el cultivo y el procesado del vino ha seguido unos estándares de calidad de la zona a la que hagan referencia. En este ámbito destaca la denominación de origen de La Rioja y del sur del País Vasco o Rioja Alavesa. Sin embargo, hay otras denominaciones como Navarra o La Mancha que también aseguran una muy buena calidad.
Pero el aspecto exterior no lo es todo, ya que si el vino no se conserva siguiendo unas condiciones óptimas, su sabor y calidad se deterioran. Para evitar este deterioramiento es necesario conservar las botellas en neveras o enfriadores de botellas eléctricos, que prolongan su calidad durante un largo tiempo y son capaces de mantener una temperatura baja y constante. Aun así, muchas de las comprobaciones de la calidad del vino son pequeñas consideraciones que se conocen generalmente por cosas que haces los catadores de vinos.
Aroma
Lo primero que hay que comprobar al coger una copa de vino es su olor. Un vino de calidad tiene un aroma que proviene de la uva, es decir, un tanto frutal pero también un toque a especias y minerales. Lo que tienes que evitar al oler un vino es obtener un aroma avinagrado o agrio ya que eso significaba que el vino está picado, y por tanto, en mal estado. También es mejor evitar el aroma demasiado profundo a madera en los vinos.
Sabor
En cuanto al sabor, al final lo que más importa es que sea uno que te agrade a ti personalmente, ya que al fin y al cabo es quien lo va a tener que beber. Sin embargo, sí que hay algunos aspectos generales a tener en cuenta. Es importante que el sabor esté equilibrado. Esto significa que tenga un buen balance entre el sabor a fruta, la acidez y el alcohol, si alguno de ellos destaca demasiado sobre el resto es probable que el vino no sea de muy buena calidad.
Longitud y Profundidad
Por último, quedan dos de los puntos más subjetivos y poco concretos, pero a la vez, los más importantes al catar un vino. Se trata de la longitud y la profundidad de un vino. En primer lugar, la longitud de un vino es la cantidad de sabor que deja en tu boca, el tiempo que está ese sabor imprimido en tu paladar y el tiempo que perdura dicho sabor una vez el vino ya ha sido tragado. Por otro lado, la profundidad hace referencia a las capas de sabores que presenta el vino, así como que no sea plano ni unidimensional. Por lo tanto, cuanto mayor longitud y mayor profundidad notes a la hora de saborear un vino, de mejor calidad será ya que habrá tenido un proceso más delicado y trabajado hasta haber sido embotellado.
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