Cómo cuidar a un bebé: consejos para padres primerizos
Para los padres primerizos, cuidar a su recién nacido puede resultar muy gratificante, pero también muy estresante al mismo tiempo. La preocupación, el desconocimiento y la falta de práctica pueden agobiar a los nuevos papás. Para evitar estos nervios, es importante que lean información relacionada con el cuidado de los bebés. En este sentido, cabe señalar que en el Blog para los primeros bebés pueden encontrar todo lo que necesitan para disfrutar de la mejor etapa de sus vidas junto a su pequeño.
Recomendaciones a la hora de alimentar a un recién nacido
Cuando llega el momento de alimentar a un bebé hay que tener en cuenta una serie de aspectos. Por ejemplo, es importante saber que los recién nacidos tienen el estómago muy pequeño, por lo que van a beber la leche que el cuerpo les pida. Por este motivo, no hay que forzarlos a beber más. De hecho, los pediatras aconsejan dar de mamar cuando los pequeños lo deseen, a no ser que estén enfermos.
Por otro lado, es frecuente que los recién nacidos vomiten después de tomar leche. Esto sucede cuando el bebé ha tomado leche de más y tira esa cantidad que no necesita. Por tanto, no es motivo de preocupación, ya que es algo normal. Además de que la cantidad es muy pequeña.
Con respecto al amamantamiento, es importante que la areola del pecho esté en el interior de la boca del bebé. De lo contrario, puede ser que el pequeño solo esté succionando el pezón y no consiga tomar mucha leche, causando insatisfacción. En este sentido, cabe destacar que el recién nacido no debe tomar ningún líquido que no sea leche.
También, hay que tener en cuenta que el bebé puede quedarse durmiendo mientras está mamando. Para despertarlo y que siga tomando leche, tan solo hay que mover un poco el pezón. Aunque también puede pasar que después de comer, el recién nacido se muestre más despierto y vivaz y quiera experimentar su entorno.
Cómo dar el biberón a un bebé
Si no se le va a dar el pecho al bebé, tiene que aprender a tomar leche con el biberón. Para acostumbrarlo y que no se confunda, es aconsejable que siempre sea la misma persona la que se encargue de darle el biberón.
Para evitar que el bebé consuma aire, hay que comprobar que el biberón esté inclinado y la leche cubra la tetina entera. De esta forma, no habrá riesgo de que, al beber leche, el recién nacido ingiera también burbujas de aire. Aunque los gases en los bebés es algo normal. De hecho, suelen eructar para sentirse mejor.
Y si todavía le quedan gases, es importante acostar al bebé boca arriba después de comer. Así, los gases no serán incómodos para el pequeño y también se evitará la muerte súbita. Por otra parte, cabe señalar que, si el bebé toma biberón, no hará tantas defecaciones como un recién nacido que se alimente de pecho.
Consejos a la hora de cuidar a un bebé
A la hora de cuidar a un bebé hay que tener en cuenta una serie de aspectos. Por ejemplo, para no sobresaltar al pequeño antes de cogerlo, es aconsejable hablarle con cariño y mantenerse dentro de su campo visual. Después, hay que coger al bebé sujetándolo de la cabeza con una mano y del tronco con otra.
Se realiza de esta forma porque la cabeza necesita sujeción durante los primeros meses. De lo contrario, puede ser perjudicial para el bebé, además de que se asusta cuando se le mueve hacia los lados o hacia atrás. Por otro lado, es normal que el bebé tenga las manos y los pies fríos. De todas formas, para comprobar la temperatura del pequeño, tan solo hay que tocar la barriga, ya que si está caliente es que no tiene frío.
Cómo bañar y cambiar el pañal a un recién nacido
Los bebés sufren irritaciones sobre todo en el culito. Por este motivo, es conveniente cambiar los pañales con frecuencia. A la hora de cambiar los pañales, es mucho más cómodo hacerlo desde una mesa o un cambiador. No obstante, hay que tener en cuenta que los bebés ya se pueden mover con facilidad a las pocas semanas y se pueden caer.
También, es importante que el bebé se quede completamente limpio y seco antes de colocarle un nuevo pañal. Con respecto a la limpieza, se puede bañar al pequeño en el lavabo o en una bañera indicada para bebés. Para lavarlo, es aconsejable usar agua tibia. Y si se utiliza jabón, es importante que sea neutro.
Si el pequeño no quiere bañarse, es conveniente sentarlo en la bañera vacía y jugar con él un rato. Después, poco a poco se puede ir llenando la bañera. Seguro que ahora le parece una actividad de lo más divertida. Por otra parte, en el momento del baño, no hay que tener miedo de la herida que ha dejado el cordón umbilical. Tan solo hay que lavar bien la zona con una toalla mojada, secarla y ponerle una gasa limpia.
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