Características de las subastas de antigüedades por Jordi Cuxart Teres

Conseguir antigüedades que representen verdaderas piezas de colección no es tarea sencilla y es algo que moviliza a un amplio público que busca acceder a estas piezas únicas. El mundo de los coleccionistas demuestra un gran interés por aquellos objetos de tiempos pasados capaces de contar una historia y que han tenido largos trayectos a lo largo de su vida útil.

En este sentido, las subastas de antigüedades aparecen, explica Jordi Cuxart Teres, como un espacio por excelencia para quienes buscan estos objetos únicos y a los que es más difícil acceder mediante espacios tradicionales como las galerías de arte o los anticuarios. A continuación, Teres nos cuenta cómo funcionan estas subastas.

¿Cómo funciona una subasta de antigüedades, según Jordi Cuxart Teres?

Como se puede comprender a partir de su nombre, las subastas de antigüedades son eventos especiales en los que lo que se pone a subastar son objetos que datan de otros tiempos, que han tenido diferentes dueños o han vivido en una familia a lo largo de generaciones.

En otros términos, explica Jordi Cuxart subasta que se trata de instancias a las que acuden especialmente coleccionistas que están buscando acceder a esos objetos únicos que no se encuentran en las tiendas o que han dejado de fabricarse mucho tiempo atrás, objetos de los que sólo existe una única pieza, entre otras cosas.

En este sentido, Jordi Cuxart Teres cuenta que, tanto en las subastas de antigüedades como de arte en general, los objetos que van a ser subastados suelen ser expuestos previamente en el lugar en el que el público interesado tiene la posibilidad de analizarlos con detenimiento. Esto quiere decir que las personas no acuden al evento a ofrecer dinero directamente por algo que no tienen bien en claro cómo es, sino que han podido ver de cerca, analizar y determinar el valor que consideran que tiene cada pieza, antes de comenzar la subasta.

Debido a esto y a los propios productos y el tipo de público de estos espacios, cuenta Jordi Cuxart Teres que el ambiente que se respira en las subastas de antigüedades o de arte es un ambiente de serenidad y tranquilidad.

Esto se debe a que los pujadores necesitan estar concentrados y necesitan controlar sus nervios a fin de no mostrar un interés excesivo por su objeto clave para no despertar el interés de otras personas. Además, es dicha serenidad la que les permite pensar con calma y conocer los límites de su presupuesto o de lo que consideran justo por cada pieza en particular.

La puja y el precio en las subastas de antigüedades

Explica Jordi Cuxart Teres subasta que uno de los momentos más emocionantes en toda subasta de antigüedades es el de la puja. Sin embargo, se recomienda a las personas interesadas evitar los excesos y tener en la mente un precio máximo que se considere justo por la pieza en cuestión, a fin de evitar que esta pueda aumentar demasiado su precio.

Además, se recomienda pujar por algún otro artículo que también pueda ser de interés, siempre que este se encuentre dentro de las posibilidades de cada comprador en particular.

A la hora de comenzar con este evento, es muy importante para los interesados marcar un límite económico de inversión para cada objeto. Ciertamente, debido a la modalidad en la que una subasta se desarrolla, es muy fácil que un objeto aumente de valor de forma exponencial en muy poco tiempo.

Por eso, es importante evitar que las ansias de ganar lleven a que se termine pagando una cantidad extraordinaria por un objeto, escapando completamente al presupuesto previsto. En este sentido, Jordi Cuxart Teres recomienda siempre a quienes participen de este tipo de subastas que tengan previamente en su mente el valor máximo para cada objeto y desarrollen la capacidad de paciencia.