Adicción a las apuestas: Aspectos sociales a considerar
Desde la aparición del primer casino en Venecia durante el siglo XV, millones de personas han disfrutado y sido parte de la divertida dinámica del envite y los juegos de azar. Sin embargo, y como ocurre en todos los aspectos de la vida, estas actividades llevadas sin ningún tipo de control pueden degenerar en adicciones, con graves consecuencias para el que la padece e incluso la sociedad.
El hecho de que hoy se pueda disfrutar de lo mejor de las apuestas en sitios digitales como Mr Bet, sin ninguna otra limitación que el presupuesto que tenga el usuario, habla de una actividad que no necesariamente debe ser imputada como nociva para la salud, pero ¿qué causa la adicción? ¿Cómo se puede parar? Algunas disertaciones a continuación.
El problema de la adicción al juego
La ludopatía se define como el comportamiento obsesivo que lleva a las personas a realizar apuestas, sin ningún tipo de control. Cuando se presenta una larga y continua exposición a juegos de azar, se produce la continua segregación de dopamina, lo cual genera cambio en los patrones cerebrales del sistema límbico, encargado de analizar la conducta del sujeto ante estímulo de recompensa.
El cerebro humano tiene una amplia plasticidad; esto quiere decir que con la repetición continua, acaba por crear estructuras para para procesar de manera más rápida y eficiente ciertas actividades. Cuando una persona tiene una sobreexposición al juego, acaba por crear conexiones que lo hacen siempre buscar recompensas, apostando incluso sin analizar las posibles recompensas.
Cómo identificar a un adicto a las apuestas.
El proceso en que se va desarrollando es paulatino. En primer lugar, las personas empiezan a realizar apuestas fuera de horarios comunes; seguidamente, empiezan a renunciar a actividades cotidianas en favor de acudir a sus casinos favoritos.
Como se considera normal renunciar a la cotidianidad para seguir apostando, muchos adictos acaban por perder el trabajo; ya sea por el incumplimiento de horarios, de sus labores de trabajo, o por acabar perdiendo la pericia al momento de hacer sus labores como consecuencia de la falta de las horas de sueño, reemplazadas por jornadas de juego.
Con el tiempo, la persona acaba por incurrir en préstamos que cree falazmente poder recuperar al apostar. Al no poder cumplir con sus obligaciones, la persona se retrae socialmente, hasta degenerar en una situación en la que parece prácticamente imposible salir.
¿Casinos con medidas anti ludopatia?
Incluso los casinos digitales de la actualidad saben y reconocen la importancia de evitar que las personas desarrollen problemas de adicción al juego. Es por ello que muchas de las plataformas digitales disponibles en la actualidad, han agregado a sus portales web recursos tendientes a proteger al usuario de esta enfermedad. Entre los más destacables están:
- Límites de retiros diarios;
- Cronómetros y temporizadores de uso;
- Contacto directo con ONGs enfocadas a luchar contra la ludopatía;
- Recordatorios de horas de juego;
- Posibilidad de uso del casino en horarios específicos.
En este punto es importante decir que, si alguien se encuentra preguntándose a sí mismo si realmente es el momento de parar, es porque seguramente lo es. Desde el mismo momento que se tenga la impresión que se tiene dificultades para detenerse al momento de apostar, se recomienda buscar soporte en familiares y amigos que lo ayuden a tomar las decisiones adecuadas.
Vale decir que existen grupos de terapia gratuitos en la mayoría de las comunidades, que estarán dispuestos a ofrecer ayuda cuando así se requiera.
Apuesta siempre responsablemente
Luego de todos los elementos exhibidos, es necesario decir que realizar apuestas nunca es el problema principal, lo verdaderamente problemático es apostar sin ningún tipo de consideración y control.
Cuando las apuestas empiezan a interrumpir la vida diaria del jugador o causar daños a su estabilidad económica, ciertamente es porque ha llegado el momento de parar; y es que al final del día, todo se resume a apostar siempre en los más estrictos márgenes de la seguridad y la responsabilidad.
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