Adicción a internet: ¿Cómo saber si tus hijos son adictos a internet o al móvil?

Los smartphones se han posicionado como uno de los objetos más presentes en la sociedad actual. Estos permiten llevar a cabo toda una serie de acciones que son indispensables para muchos, como comunicarse o servir como herramienta de trabajo, pero también han ido creando una serie de problemas. El más acuciante de ellos: la adicción por parte de las generaciones más jóvenes, quienes se han convertido en los usuarios más intensivos de estos dispositivos.

La llegada de Internet y de los smartphones con capacidad de estar permanentemente conectados a la red de redes han derivado en un uso que se ha tornado excesivo por parte de quienes menos control tienen sobre sus acciones. A día de hoy, el uso de las redes sociales, juegos y el consumo de todo tipo de contenido a través de estos terminales se halla entre lo más cotidiano, aumentado a medida que pasan los años.

Es por ello que los padres expresan con frecuencia que sus hijos invierten demasiado tiempo con estos aparatos, dedicando una gran parte de su día a hacer un uso sin mesura de los mismos. Pero ¿cómo saber realmente si alguien es adicto a internet o al uso del teléfono móvil en términos generales?

La adicción al móvil: síntomas para detectarlo

La addición a internet o al móvil se ha terminado por convertir en un problema con el que los padres tienen que luchar a diario en su relación con los hijos. Poco a poco, esta se va desarrollando a medida que el uso de los dispositivos se incrementa con el paso del tiempo, derivando en una pobre conducta social y dando lugar a otros problemas relacionados con ello, como la poca atención a los estudios o a cualquier otra actividad que no implique una pantalla de por medio.

Además, otros muchos síntomas pueden ser característicos de una adicción a las redes sociales o al smartphone, como la sensación de ansiedad, taquicardia, pensamientos obsesivos, dolor de cabeza o dolor de estómago, entre otros. Estos se pueden manifestar de forma constante y, algunos de ellos, acentuarse cuando uno pierde el teléfono móvil, se lo roban o tiene que pasar un largo tiempo sin disponer de acceso al mismo.

Es en estas situaciones, cuando uno no puede concebir su día a día sin permanecer constantemente conectado y haciendo uso del smartphone, cuando el problema puede revestir consecuencias mucho más graves en el largo plazo.

Cada vez más frecuente

La relevancia del problema de adicción a Internet y a los smartphones viene dada no solo por la evidente importancia que reviste, sino también porque no deja de aumentar en el conjunto social. De este modo, se ha convertido en un problema de enorme relevancia en el siglo XXI, especialmente para las generaciones más jóvenes.

Un hecho, además, que se encuentra especialmente propiciado por la actual situación de la pandemia del coronavirus (Covid-19), que ha obligado a permanecer en casa a millones de personas durante un tiempo prolongado. De este modo, las pantallas e Internet se han convertido en el pasatiempo y opción más recurrente en la que invertir el día, generando una mayor sensación de adicción y de imposibilidad de escapar a la red de redes.

Una detección temprana

Afortunadamente, existe solución para la adicción a las redes sociales e Internet. Actualmente son varios los especialistas que enfocan parte de sus intervenciones en este ámbito y, bajo su capacidad, poner fin al problema. No obstante, resulta clave tener en cuenta algunas consideraciones, como la detección temprana.

Cuanto antes se detecte que el niño o niña está desarrollando una adicción al teléfono móvil, a Internet o a las redes sociales, más fácil será poder alcanzar una pronta solución. Esta adicción, como en cualquier otro caso, se intensifica con el paso del tiempo, por lo que prestar atención a las señales descritas puede terminar por marcar una gran diferencia.

Cómo ponerle solución

Aunque es frecuente en pensar en castigos y en la privación de los dispositivos cuando se detectan conductas de este tipo, la realidad es que no se han de tomar medidas drásticas sin la aprobación de un profesional. Solo los expertos en la materia conocen las mejores fórmulas y procesos para poner fin a la citada situación, por lo que recurrir a profesionales es indispensable si se quiere lograr un óptimo resultado.